Educación Financiera en los Colegios: ¿están nuestros hijos listos para el mundo real?

EDUCACIÓN FINANCIERA EN LOS COLEGIOS

Como padre de tres hijos, llevo haciéndome esta pregunta desde que mi hijo mayor inició su etapa en el Colegio. Mi mujer y yo elegimos un colegio religioso, concertado, en la Comunidad de Madrid que es donde residimos porque nos enamoramos literalmente de los valores que transmiten a sus alumnos:

Esfuerzo, sacrificio, capacidad de trabajo, creatividad, empatía y compañerismo son solo algunos de los valores que los alumnos del centro se llevarán de por vida… y honestamente, creo que no pudimos elegir mejor a pesar de que, como todo en la vida, y tratando de ser objetivo con el único ánimo de mejorar, siempre se pueden perfeccionar algunos aspectos, como por ejemplo, los idiomas.

Por este motivo, el año pasado nos decidimos a emprender una aventura familiar que recomiendo a todas las familias que puedan hacerlo. En agosto de 2023 nos mudamos a vivir a Londres. Mi hijo mayor, con 12 años en aquel momento era candidato como muchos otros niños españoles a irse un año a estudiar al extranjero. En ese momento, mi mujer y yo pensamos, ¿y si nos vamos toda la familia y vivimos la experiencia juntos de enfrentarnos a vivir en un país extranjero, con un idioma diferente que ninguno dominábamos, con una cultura y unas costumbres totalmente distintas a las nuestras?

Mientras escribo este artículo estamos poniendo fin a esta etapa de nuestra vida y puedo afirmar que ha merecido la pena. Mis hijos hablan inglés perfectamente, pero sin duda vuelven reforzados a nivel de autoestima porque han tomado conciencia de que a pesar de las dificultades, salieron de su zona de confort y han sido capaces de hacer una vida plena de amistades y experiencias nuevas a 1.720 kilómetros de nuestro hogar.

Han enfrentado por sí mismos situaciones, que hace tan solo 10 meses y en nuestra casa en Madrid no habríamos siquiera imaginado. 

Finalmente el idioma es lo de menos para todo lo que han aprendido y crecido como personas.

Desde aquí quiero mostrar mi agradecimiento a todas las personas maravillosas y generosas que nos han ayudado en Londres desde el primer día a que esta experiencia fuese increíble.

Pero retomando el tema del artículo, he compartido mi experiencia personal porque como padres y maestros de nuestros hijos, somos responsables de su educación, y debemos realizar un esfuerzo en complementar aquellas materias que por diferentes motivos el colegio de nuestros hijos no es capaz de cubrir, o al menos las imparte de una forma que para nosotros puede no ser suficiente.

Es importante recordar, que los padres somos los maestros de por vida de nuestros hijos. Los niños tienen y tendrán profesores extraordinarios que pasarán por sus vidas, en el Colegio y la Universidad en diferentes momentos, ya sean años o cuatrimestres, pero los maestros de vida y de por vida somos sus padres.

Yo considero que todos los niños son pequeños genios, entendiendo genialidad como la manera de definir la magia que todos llevamos dentro. 

Y el colegio potencia o debería potenciar esas habilidades o esa magia en nuestros hijos, en aquellas ocasiones en que el Colegio no llegue, o no sea capaz de hacerlo, ahí es donde debemos entrar los padres como co-responsables de la educación de nuestros hijos.

Todos los padres nos hemos dado cuenta de la genialidad de nuestros hijos en algún campo concreto, pero debemos entender que la verdadera magia está en sus sueños. Y como padres, la tarea más importante que tenemos es la de proteger y alimentar esa magia.

Esta claro que los idiomas pueden representar alguna de esas carencias en el actual sistema educativo, pero también lo es la educación financiera.   A menudo hemos crecido con la idea de que, con los niños hay una serie de temas “tabú” que no se deben tocar, como por ejemplo hablar de religión, sexo, política… y sobretodo de dinero. Lógicamente el mensaje debemos adaptarlo a la edad y madurez de nuestro interlocutor, pero referente al dinero creo que es importante que los niños establezcan una relación sana cuanto antes.

El aprendizaje de un niño es un proceso físico pero también emocional y mental. Por este motivo, muchos de vosotros me preguntáis ¿Cuándo es el mejor momento para hablarle a un niño de dinero? Y la respuesta es sencilla, desde el momento en que sean capaces de comprender la diferencia entre un billete de mayor importe y otro de menor importe. Por eso, son tan importantes aquellos juegos de mesa para jugar en familia como el Monopoli, ya que son una herramienta que permiten que el niño se familiarice con este concepto en un ambiente lúdico y familiar a través del juego.

La educación es una herramienta de transformación muy potente, que tiene un impacto directo en la vida de las personas, y la educación financiera es la gran olvidada dentro de los espacios y sistemas formales de enseñanza, a pesar de que  es una herramienta que puede acompañarnos de por vida y hacer que consigamos tener y disfrutar de la vida plena que siempre soñamos. 

En ocasiones, por falta de educación financiera muchas familias están atravesando dificultades y crisis que les han llevado en ocasiones a perder su propia casa.

Por falta de educación financiera, las personas nos volvemos dependientes de las ayudas sociales y los programas de los gobiernos. Si como yo naciste en la década de los 70, probablemente el día en que te jubiles y recibas tu primera pensión, te darás cuenta de que no podrás vivir solamente de ella y espero que no sea demasiado tarde para ti. 

Por falta de educación financiera de nuestros líderes políticos estamos atravesando por crisis económicas cada ciertos años y en algunos casos están llevando a los países a asumir unos niveles de deuda que serían la bancarrota de cualquier economía familiar.

Pero bajando el tema al terreno doméstico, por qué no darle a nuestros hijos las herramientas necesarias para que sean capaces de generar riqueza en un futuro por ellos mismos y no hacerles dependientes de un Estado que lo único que fomenta es la ley del mínimo esfuerzo a cambio de subsidios.

Creo que estamos viviendo una crisis educativa, que comienza desde que nuestros hijos inician su etapa escolar pasando varios años en centros educativos que le dan la espalda a la educación financiera y no le hablan a nuestros hijos acerca del dinero y cómo se genera o se crea riqueza.

A menudo nos venden la imagen del empresario explotador, estafador y mala persona que ha generado su propia riqueza a costa de los demás. Y es posible que haya algunos casos, pero en mi opinión, la mayoría de los empresarios o emprendedores en la actualidad son verdaderos héroes en nuestra sociedad.

Personas que se esfuerzan a diario para sacar sus negocios adelante, para dar el máximo a sus clientes. Y al mismo tiempo, son personas que arriesgan su patrimonio y el de su familia para generar riqueza y puestos de trabajo.

Apoyados en políticas del mínimo esfuerzo, a menudo se adoctrina a nuestros hijos haciéndoles creer que por el mero hecho de existir ya tienen derecho a ganar más de 3.000€ al mes en su primer empleo. Y como ya sabemos, eso es imposible, es una quimera que no existe.

En mi caso, pasé por el Colegio y por la Universidad y nadie me explicó nada referente a los “cuadrantes laborales”, probablemente el concepto te resulte familiar si has leído a Robert Kiyosaki. Esto es, en el juego de tu vida laboral, cuando una persona completa su etapa formativa y entra en el mercado de trabajo puede hacerlo de 4 formas diferentes;

  1. Empleado por cuenta ajena
  2. Autónomo o empleado por cuenta propia
  3. Empresario
  4. Inversor

Perfectamente, se podría seguir un orden secuencial;  En la parte inicial estaría el empleado por cuenta ajena, es decir trabajas para un empresario e intercambias tu tiempo por dinero; El siguiente nivel sería el del autónomo o empleado por cuenta propia, que trabaja por su cuenta y no tiene empleados; si seguimos subiendo en la escalera, el siguiente nivel sería el del empresario con empleados a su cargo; y por último estaría el inversor, que se dedica a comprar “activos” que trabajan para él. Gráficamente podríamos representarlo con una escalera y 4 pisos.

Hay tres etapas importantes en la educación de una persona;

  • La etapa 1: desde el nacimiento hasta los 12-13 años
  • La etapa 2:  de los 13 a los 24 años
  • La etapa 3: de los 24 a los 40 años

En la etapa 1, es importante que nuestros hijos se familiaricen con varios conceptos, como el del dinero y uno muy importante, que es la Hoja de Estados Financieros. Que no es otra cosa, que una hoja muy sencilla donde se reflejan por un lado mis ingresos y por otro lado mis gastos, para que el niño pueda entender y tomar conciencia de cómo se generan ingresos y en qué cantidad, y cómo gastamos ese dinero. La segunda parte de esta hoja de estados financieros vendrá a reflejar lo que denominamos activos y pasivos, que para que nuestro hijo lo entienda, un activo hace referencia a aquellas cosas que LLEVAN dinero a mi bolsillo y los pasivos son aquellas cosas que SACAN el dinero de mi bolsillo.

Mi hijo me preguntaba si la casa donde vivíamos era un activo o un pasivo. La verdad es que es un pasivo, ya que nos genera una serie de gastos, impuestos… y lo que hace es sacar dinero de nuestro bolsillo. 

Por el contrario, el resto de propiedades que estén en régimen de alquiler se convertirán en un activo siempre que el flujo de efectivo sea positivo, esto es que los ingresos que nos generan sean superiores a los gastos.

Conectando con lo anterior, los empleados y los autónomos se centran en conseguir la “supuesta seguridad” que les da un trabajo, ya sea trabajando para un tercero, o trabajando para él mismo.

Por el contrario, tanto los empresarios como los inversores, centran sus esfuerzos en conseguir que el flujo de efectivo vaya hacia lo que hemos llamado Activos a través de negocios y propiedades.

Es importante tener claro que comenzar antes siempre te dará una ventaja extra. Yo no tuve acceso a muchos de estos conceptos prácticamente hasta el final de mi etapa 3. Por ese motivo quiero compartir con mis hijos estos conocimientos para que puedan tener acceso a las reglas del juego lo antes posible, y que luego ellos sean capaces de tomar sus propias decisiones.

Y al fin y al cabo esto es lo que intento en todos y cada uno de mis seminarios, y en todas y cada una de las formaciones que imparto. Intento dar las herramientas para que cada uno pueda aplicarlas a su caso particular, tomar mejores decisiones y dar los pasos correctos que le acerquen a la vida a la que aspira.

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